Como es habitual por estas fechas desde 1987, la Federación Internacional para la Historia y la Estadística en el Fútbol (
IFFHS) ha otorgado su premio al mejor árbitro del pasado año. Y parece que ya tenemos lío. El ganador de este año ha sido el inglés Howard Webb.
¿Webb? ¡¡Nooo!! ¿Y por qué no? El inglés es un buen árbitro y el año pasado, UEFA y FIFA ya le declararon, oficiosamente, mejor árbitro del mundo, al concederle las finales de la Champions League y de la Copa del Mundo. ¿Por qué iba a ser menos la IFFHS? Ah, porque somos españoles. Bueno, entonces está todo claro.
Es verdad que en España le tenemos una manía especial a Webb. Yo creo que merecida, pero no es eso lo que se votaba. Se votaba al mejor árbitro del año 2010 y no creo que la elección de Webb desmerezca en nada al premio anual de la IFFHS. Han votado personas de 83 países, entre ellos el nuestro. El voto español nació del
CIHEFE, el Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español. Conviene añadir, en defensa de nuestros compatriotas, tras las "collejas" que se está llevando la IFFHS desde la prensa española, que Webb no obtuvo ningún voto del CIHEFE.
Eso sí, antes de escándalos y duda sobre la valía de los expertos españoles que votaron, convendría decir que el CIHEFE no votó por Webb, pero tampoco votó por De Bleeckere, por ejemplo. Para la votación final hay que dar unos cuantos nombres (creo que cinco), por orden, y no caben todos. Si se pudiera votar a diez, seguramente Webb se habría llevado algún voto de España. Bueno, o a lo mejor no, pero seguro que el belga sí.
Por último, antes de comentar la lista final, una defensa de la IFFHS (y por filiación, del CIHEFE). Esta organización de estudiosos de la historia del fútbol, tan denostada estos días en nuestros país, con continuas bromas hacia su supuesta "expertitud", es la misma que ha premiado a Del Bosque como mejor seleccionador 2010, o a Xavi como mejor constructor de juego, o a Casillas como mejor portero, o a Mourinho como mejor entrenador de club. Ah, que ahí sí son expertos. Cuando premian a Webb no tienen ni puñetera idea, pero cuando premian a los nuestros (cosa que no ha hecho FIFA, por ejemplo), sí que saben de fútbol. Pues sí, debe de ser eso.
Pues eso, que el mejor de este año ha sido Howard Webb, con una gran diferencia sobre el segundo, la gran sorpresa del mundial, el uzbeko Ravshan Irmatov. Y ya, luego, todos los demás. Arriba vuelven a estar los de siempre: el suizo Busacca, el belga De Bleeckere, el húngaro Kassai (la otra buena noticia del mundial)...
Entre los veinte primeros están los que tienen que estar: el mexicano Archundia, el argentino Baldassi, el uruguayo Larrionda, el italiano Rosetti, el danés Larsen, el inglés Atkinson... Son nombres que no provocan ninguna sorpresa ni rasgado de vestiduras, aunque podríamos valorar el puesto. Da igual, están ahí y no han ganado, pues ya está.
Algunos comentarios que me sugiere la lista: ¿El alemán Wolfgang Stark el séptimo? Estos de la IFFHS no tienen ni idea. Vale, vale, perdón, que ya he criticado esta actitud unos párrafos antes. ¿El colombiano Ruiz Acosta el undécimo? Madre mía con los de la IFFHS. Perdón, perdón. ¿El guatemalteco Batres ha obtenido seis votos? Jamás se me hubiera pasado por la cabeza votar este año por Batres, pero parece que a algunos sí. ¿El sueco Martin Hasson cinco votos? ¿Nuestro Mejuto González cinco votos? ¿De verdad Mejuto ha tenido cinco votos en 2010? Voy a tener que parar, porque si no, tendré que dar la razón a la prensa española. No, es broma. Es verdad que cada uno vota lo que quiere y que algunos votan por los mejores de 2010, otros votan porque no conocen a otros, otro votan por una trayectoria... Lo votado, bien votado está y punto.
Me gusta ver en la lista al italiano Rizzoli, todavía en un puesto medio, pero que seguro que algún año se llevará el trofeo. No me gusta tanto ver tan abajo al japonés Yuichi Nishimura (el decimocuarto), pero es verdad que si solo tienes cinco votos, es fácil olvidarse del japonés, o decidir que es el sexto mejor y que no puedes votarle.
El primer español votado ha sido el navarro Undiano Mallenco, decimocuarto con diez votos. Muy bien por él. Ojalá hubiera estado más arriba, pero podéis leer mi versión del voto al japonés para entender que es dificilísimo conseguir votos en una cosa como esta. Undiano todavía es joven (joder, ¿cuántos años llevamos diciendo esto?) y cuando pite una gran final será el momento de votarle en masa. Esperemos que llegue pronto.