lunes, 26 de marzo de 2012

Se va Iturralde González

El viernes, a la hora de comer, saltaba la noticia: Iturralde González se retira. Incluso, donde yo la oí, en RadioMarca, le daban categoría de notición. Pararon el programa que había en esos momentos y entró el subdirector del diario Marca para 'dar una noticia de última hora'. Cuando lo oí, no me lo creí. O, pensándolo un poco mejor, sí.

Nadie puede decir que se lo esperara, pero no creo que muchos se hayan sorprendido. Todos los medios titulaban igual: "por desavenencias con el Comité". Anda, que si Iturralde se hubiera retirado cada vez que ha tenido desavenencias con el Comité... Poco hubiera durado su carrera en Primera.

La impresión que me da es que esta renuncia ha sido un problema de comunicación. Yo no te digo, tú no me dices, entonces yo no te cuento porque tú no me cuentas. El mismo Eduardo Iturralde explicó el viernes su postura. Que yo hable ahora de un certificado médico de más o de menos, poco tiene ya de importante.

Lo importante es que ya no volveremos a ver arbitrar a Iturralde. Muchos lo agredecen, por lo que se ha podido leer todo el fin de semana en Twitter, y otros no tanto, porque en las pocas jornadas que quedan tendrán que buscar otro 'enemigo número uno' al que atizar.

Se va un colegiado que ha marcado una época en el fútbol español. En 1993 Iturralde estaba arbitrando partidos en el grupo 4 de la Tercera división, el grupo vasco. En 1995 arbitraba en Barcelona un Español-Salamanca de la Primera división. En el verano de 1998 pitaba su primer partido oficial como internacional, una segunda ronda de la Intertoto. Desde entonces, Iturralde González ha ido construyendo su leyenda. Unas veces a su pesar, otras veces con algún empujoncillo del propio Iturralde.

Iturralde se marcha con el récord absoluto de partidos arbitrados en Primera división: 292. Se marcha con el récord de tarjetas mostradas, con el récord de penaltis pitados y con el récord de presencias arbitrales en noticias, reportajes, comentarios y exabruptos de los medios hacia un árbitro. También ha tenido sus defensores, ¿eh? Pero a estos se les ha oído poco y lo han dicho con la boquita pequeña. Desde el viernes alguno se ha atrevido a dar la cara, pero así, muy rápido, como sin ganas de que se lo recuerden más adelante.

Los récords de Iturralde irán cayendo. Undiano Mallenco ya va por los 205 partidos y le quedan siete temporadas en Primera, por lo que tendrá que añadir casi ciento cuarenta partidos más. Sí, se irá por encima de los 300. El récord de las tarjetas también caerá, aunque será un poco más difícil, por la gran cantidad de partidos que hay que arbitrar para superarlo. El que tiene pinta de que no superará nadie es el de penaltis pitados. Uno que guardará Iturralde para sus nietos.

Por ahora es difícil decir qué pierde el arbitraje español con la retirada de Iturralde. Con el tiempo, quizá, le echemos de menos y nos acordaremos de lo que representó el bilbaíno en nuestra liga. O quizá dentro de quince años no nos acordemos mucho de él y significará que todas las portadas y comentarios de estos tres últimos días han sido un poco exageradas. Veremos.