domingo, 25 de septiembre de 2011

El del rabillo del ojo

Anoche pudimos ver el FC Barcelona-Atl. Madrid en la tele. Ahora no me voy a poner a buscar el minuto, pero creo que todos recordaréis la jugada del segundo gol del Barça, en la que Messi estaba en posición de fuera de juego, el balón iba hacia él, lo dejó pasar y terminó en gol.

El asistente no levantó la bandera, el árbitro concedió el gol, el Barça se abrazó, el Atleti no protestó y en la Sexta hicieron ronda de árbitros para decidir si era fuera de juego o no, si Messi había intervenido en la jugada o no.

A mí me pareció gol correcto, pero no sé por qué. ¿Messi intervino en la jugada? Obviamente. ¿Intervinieron los defensas del Atleti en la jugada? Por supuesto, dejando a dos tíos solos delante de su portero. Me imagino que esta jugada puede abrir un debate interesante entre la prensa, los aficionados y los árbitros. No, no digo que todos debatan juntos, sino que cada uno en su entorno la debatirá. Incluso, a lo mejor, en la próxima concentración de árbitros se discute esa jugada. Algunos árbitros dirán que era fuera de juego, otros dirán que no lo era. Al final, Díaz Vega dará su opinión y esa será palabra de dios. A partir de entonces se hará lo que él diga. Me imagino.

Para mí sí fue gol, pero si participara en un debate de esos que hacen los adolescentes americanos en sus pelis y me tocara defender que no fue gol, lo podría defender bastante bien. Con buenos argumentos. ¿Qué significa esto? Pues que fue una jugada tan de decidir en ese momento qué es lo que ocurrió, que Delgado Ferreiro acertó totalmente. Y si hubiera pitado lo contrario también habría acertado. Qué suerte, ¿no?

Sin embargo, hoy me desayuno con un texto en marca.com, escrito por el inefable Juan Andújar Oliver. El titular ya me dio mala espina: "Fuera de juego de Messi en el 2-0 porque intervino en la jugada". Jolín, qué tajante, pensé. Me puse a leer el artículo y lo dejé a la primera frase: "No hay ninguna discusión en el 2-0 del Barça, que no debió subir al marcador".

¿No hay ninguna discusión? Hombre, los de la Sexta se pasaron buena parte del partido discutiendo la jugada, entre ellos y con la información que les enviaban sus contactos arbitrales. Yo lancé una pequeña encuesta y también he discutido conmigo mismo la jugada. Incluso el titular de as.com sobre la jugada es: "Dudas sobre la legalidad del segundo gol del Barcelona". Me imagino que a Relaño no le habrá gustado nada el titular, pero ya tomará él cartas en el asunto. Pero lo importante es que el As habla de "dudas". Perfecto. Luego, en la noticia: "El segundo gol del Barcelona pudo estar precedido de una ilegalidad". ¿Lo veis? "Pudo". Esa es la diferencia entre una noticia de verdad, en la que queda claro la ambigüedad de la jugada y la sabiduría emanada del insigne Andújar.

Creo que este no es el lugar, porque quizás Andújar nunca lea estas líneas, pero lo que ha hecho Andújar con su texto es mucho peor para el arbitraje que lo que suelen hacer jugadores o entrenadores todas las semanas. Andújar ha estado ahí, sabe lo que se cuece, y por las cuatro o cuarenta perras que ganará en el mundo Marca, no puede dejar a un compañero al pie de los caballos. Los medios suelen contratar a exárbitros para que certifiquen lo que los periodistas berrean en la radio o escupen en los periódicos. Bueno, a todos menos a Andújar. Cuando los periodistas de RadioMarca ponen a parir a algún árbitro, pero a parir de verdad, Andújar se rebela y se le suele escuchar decir: "No seáis malos". Joder, qué poder de convicción, Andújar. Qué pena que ya no esté de moda enviar cartas de agradecimiento, porque si no, todas las semanas ibas a tener unas cuantas de tus compañeros. La de esta semana de Delgado Ferreiro, sin discusión.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Lista de Clasificación de Final de Temporada

Pues aquí estamos otra vez, con el lío de las listas. Tras los debates/cabreos de los últimos veranos, este año he decidido adelantarlas. En rigurosa exclusiva os ofrezco la clasificación arbitral de... la temporada 1933/34.

Ya que le ponemos tanto entusiasmo al comentario de las listas todos los años, he pensado que podía contaros un poco (no mucho, no doy para más) de dónde viene todo esto de clasificar a los árbitros de nuestro fútbol. Y luego podemos comentar la lista, que suele ser lo más divertido de todo. Ascensos, descensos, escarapelas... Seguro que hay comentarios para todos los gustos.

Al principio de los tiempos, cuando los jugadores llegaban al campo vestidos de traje y sin auriculares en las orejas, cuando todavía se trataban de usted antes de romperle el tobillo al contrario, incluso cuando te podías encontrar a un diplomático o a un catedrático dándole al pito, no había liga. Ya, ya sé que suena increíble, pero durante unos años en España no hubo liga de fútbol. Concretamente durante unos miles de años.

Antes de aparecer el campeonato nacional de liga se jugaban campeonatos regionales. Cuando en una región había pocos equipos, todos jugaban en el mismo campeonato. Según se fue popularizando el fútbol y fueron apareciendo más equipos, se hizo necesario un sistema de divisiones. Equipos de primera categoría y equipos de segunda categoría. Y, ojo, que no estoy menospreciando a nadie, que así los llamaron en su época. Según los años, los campeones y subcampeones de cada campeonato regional de primera categoría iban a jugar el campeonato nacional, llamado Campeonato de España y que con los años acabaremos conociendo como la Copa.

Así, dado el sistema en que se organizó el fútbol, se catalogó a los colegiados. Los había de primera categoría, que podían pitar todo los partidos, los había de segunda categoría, que solo podían pitar partidos de segunda categoría para abajo, etc. ¿Cómo pasaban de una a otra? Pues nada, se reunía cada colegio regional y decidía qué árbitros estaban en una categoría u otra. En aquella época los colegios regionales no eran como ahora, dirigentes por un lado y todos los demás por otro. En aquellos años eran todos los demás a la vez. Si no eras árbitro en activo, no podías ser dirigente de un colegio regional. Así que ellos mismos decidían quiénes eran los más aptos para arbitrar partidos de máxima categoría.

Este sistema siguió funcionando incluso con la llegada del campeonato de liga, donde las máximas categorías solo podían arbitrarlas los colegiados de primera categoría. Como ocurre siempre, había que buscarle tres pies al gato e inventarse un nuevo modelo arbitral. Y este cambio llegó en el verano 1932. En aquel año se decidió que el Comité Central de Árbitros elaboraría una lista con veinte árbitros, que pasarían a llamarse "árbitros nacionales". Estos serían los encargados, a partir de entonces, de arbitrar en primera, segunda y Copa.

¿Cómo se decidió elaborar la lista? El comité eligiría a los que, a su juicio, habían sido los 15 mejores colegiados de los tres años anteriores. A estos quince se les unirían otros cinco que saldrían de una lista compuesta por todas las sugerencias de los comités regionales, que enviarían los nombres de los colegiados de primera categoría que más partidos habían arbitrado a nivel regional y de tercera. Así, para la temporada 1932/33, tuvimos la primera lista de 20 árbitros nacionales, la nueva élite del arbitraje español.

En esa primera temporada, la 32/33, se evaluaría el trabajo de los veinte árbitros y, al final de temporada, se eligiría a los 15 mejores, que seguirían con la categoría nacional, a los que se les unirían otros cinco provenientes de la elección (como he explicado en el párrafo anterior) de los comités regionales. Es decir, cada temporada habría 20 árbitros nacionales y al final de cada año descenderían cinco y ascenderían otros cinco.

De este modo, la primera clasificación histórica de árbitros en nuestro país se estableció al finalizar la temporada 32/33. No he conseguido esa clasificación, que para mí sería toda una joya. Por histórica y por curiosidad, claro. Pero he conseguido una de las primeras, concretamente la segunda, la de la temporada 1933/34. Y aquí está.

1. Pedro Escartín Morán (Castellano) *
2. Jesús Arribas Seijás (Catalán)
3. Ramón Melcón Bartolomé (Castellano) *
4. José María Steimborn Ludeuvik (Guipuzcoano) *
5. Agustín Vilalta Bars (Catalán)
6. Pedro Vallana Jeanguenat (Vizcaíno) *
7. Tomás Balaguer García (Castellano)
8. Eduardo Iturralde Gorostiaga (Vizcaíno)
9. Julio Ostalé Gómez (Aragonés)
10. Guillermo Comorera Gatuellas (Catalán) *
11. Luis Sanchís Orduña (Valenciano)
12. Ángel Casterlenas Mora (Catalán)
13. Juan José Canga-Argüelles Ballesteros (Castellano)
14. Ezequiel Montero Román (Castellano)
15. Luis Medina Toledo (Andaluz)
16. Luis Iglesias Gracia (Castellano)
17. Jesús Elizari Navarlaz (Navarro)
18. Francisco Villanueva (Guipuzcoano)
19. José Villaverde Fernández (Gallego)
20. Luis del Campo Echevarría (Vizcaíno)

Con un asterisco marco los colegiados internacionales en aquella temporada. Por curiosidad, para la siguiente temporada el catalán Arribas sustituyó al también catalán Comorera como árbitro internacional.

De esta forma, la cosa estaba clara. Para la temporada 34/35 perderían su condición de árbitro nacional y la oportunidad de arbitrar en primera, segunda y Copa, los colegiados Iglesias, Elizari, Villanueva, Villaverde y Del Campo. Sin embargo, en el verano de 1934 tuvimos otra sorpresa.

Debe de ser que tras las pruebas con veinte árbitros les parecieron pocos y para la siguiente temporada, la 34/35, decidieron aumentar la plantilla de árbitros nacional en 16 más. Por tanto, no descendió ninguno del año anterior y el comité central eligió a los otros dieciseis con las aportaciones de los distintos comités regionales.

Venga, ahora os quiero ver ahí, comentando la lista, lo que nos gusta. ¿De verdad se merece el aragonés Ostalé estar por detrás del sevillano afincado en Madrid Balaguer? ¿La baja clasificación del internacional Comorera se debe a una mala temporada o a que no era muy amigo de Antonio Cárcer, el presidente del comité nacional? ¿Fue Arribas ascendido a internacional por un cambio de cromos con Comorera? Por aquella época el comité gallego tenía muy poco poder, eran apenas un puñado de colegiados. ¿Tuvo eso que ver en la posición de descenso de Villaverde? ¡Ay, cuántas preguntas!

lunes, 5 de septiembre de 2011

Entrevista (popular) a Eduardo Iturralde

Hace unas semanas planteé el reto, respondisteis enseguida y hoy vuelvo con la resolución: las respuestas de Eduardo Iturralde González a vuestras preguntas. Hubo de todo: preguntas personales, otras sobre arbitraje, alguna sobre fútbol... Y Eduardo se moja, tal como hace semana sí y semana no sobre los terrenos de juego, aunque últimamente ha habido más que no por eso de la huelga.

El fuego lo abrió un Anónimo, a través del correo electrónico (eso era trampa y ya está amonestado convenientemente; a la próxima, a la calle):

Se habla mucho de los arbitrajes ingleses, sobre sus diferencias con el arbitraje español y sobre si uno es mejor que el otro sin tener en cuenta las diferencias culturales y ambientales con respecto al fútbol. Sin entrar a valorar si una forma de arbitraje es mejor que la otra en términos de trato con el jugador, sino en el plano de la interpretación técnica, ¿por qué crees que no se fomenta desde ningún estamento arbitral, federativo, periodístico o el que sea el unificar criterios técnicos a nivel internacional? Es curioso ver un partido de Premier y uno de Liga, y que una misma acción en un caso no sea nada y en la otra sea falta y amonestación. Y que no haya quejas al respecto en los respectivos ambientes por ser esa la interpretación nacional de la norma. ¿No crees que facilitaría la labor arbitral y daría mayor pureza al juego una unificación más uniforme en los diferentes países?

Como insinúas, no se trata de arbitrar mejor o peor; la cuestión es si el arbitraje de otras naciones podría ser tan apto en otros estilos de fútbol. Los mismos jugadores tienen que pasar un tiempo de adaptación en sus nuevos equipos de otras ligas.

En cuanto a la unificación que comentas, he de señalar que no solo las diferencias son patentes en distintos países. Mira aquí las existentes entre el fútbol/arbitraje que se hace en el norte y en el sur. Ambos estilos son correctos, ya que ofrecen lo que cada fútbol demanda.

De todas formas, también te diré que, aunque está costando, creo que se está yendo en la dirección de interpretar las reglas del juego todos por igual. Aunque aquí los egos (y esto es una autocrítica) todavía nos superan. Por ejemplo, en el tema de las manos, en España un centro al área en que el defensor salta y corta la trayectoria del balón se amonesta. Por el contrario, en el último curso de UEFA se nos dijo que esa jugada no es amonestable, salvo que solo esté un jugador delantero y el balón se dirija claramente a él. ¿Cómo se maneja esa contradicción? ¿Por qué tengo que amonestar en España y no en UEFA? Estas son las cosas que poco a poco se tendrán que ir unificando por el bien del juego.

Recordando la pasada eliminatoria en la UEFA Champions League entre FCB y RMCF, no puedo dejar de asombrarme de la presión mediática que existió hacia los árbitros en esos días, presión que fue bastante diluída por el hecho de que estos compañeros no viven en el día a día de la prensa y sociedad española; pero que me hace plantearme dos dudas: ¿No crees que la prensa es la culpable en el 99% de que el arbitraje español en particular y el arbitraje en general estén tan mal vistos? Y en segundo lugar, ¿qué trucos se pueden emplear para abstraerse de todo esto que rodea al fútbol y que puede llegar a trastornar la vida de un árbitro de esa manera?

Es bien sabido que este tema me afecta particularmente; creo que soy uno de los árbitros que más palos ha recibido por parte de la “prensa” deportiva. Ésta opina más que informa, es decir, muchas veces lees y escuchas lo mismo que podrías escuchar en una discusión de taberna, con la diferencia de que los “opinadores de redacción” siguen unas directrices empresariales que, sujetas a manipulación, tienen el poder de crear opinión pública. Además, al margen de la intención sana o insana, yo creo que muchas veces hablan como seguidores y para seguidores y no desde la responsabilidad que implica una profesión con tanto poder de influencia en esa opinión pública. Por supuesto, salvando excepciones.

Cuando se habla como seguidor, no podemos olvidarnos de que sólo gana uno (y bajan tres todos los años, que es más trágico), y la tendencia es a diluir la responsabilidad propia buscando un chivo expiatorio. El clásico infantil pero efectivo del “profe me tiene manía”.

Puede resultar intransigente, pero mi abuelo, padre y hermano mayor fueron árbitros, yo llevo 31 años arbitrando y que un chaval de la prensa que tiene menos años de vida que yo en el campo me dé lecciones de arbitraje, me resulta ridículo, vergonzoso o, directamente, me da la risa.

De todas maneras, después de 17 años arbitrando en primera división y 15 como internacional, te diré que nuestro arbitraje es referencia al otro lado de la frontera (y esto sí que es contrastable).

Sobre los trucos de abstracción, creo que se trata simplemente de tener plena conciencia del medio en que nos meneamos, aceptar el error como inherente a cualquier acto humano y dar el justo valor a las críticas de los otros (identificando las que son interesadas) y de uno mismo (todos los que hemos salido a un campo de fútbol sabemos en un 90 % cómo hemos estado y en qué hemos fallado al terminar el partido).

Yendo a aspectos más del día a día de la competición doméstica, ¿eres de los de la "escuela del PowerPoint"? ¿Llevas al día una estadística de jugadores, equipos o problemas entre jugadores en el pasado? ¿Consideras necesario, si se tiene la posibilidad, el ver todos o casi todos los partidos en los que jueguen equipos que puedan coincidir contigo en un campo?

Es cierto que la preparación pre-partido ha ido cambiando, el PowerPoint es una herramienta muy utilizada pero yo no la uso, tal y como no llevo una estadística propiamente dicha, a pesar de que sí considero los problemas pasados.

Sí, veo todos los partidos que puedo, creo que es una buena fuente de aprendizaje. También reviso los partidos que yo he arbitrado y reflexiono con mis árbitros asistentes sobre los fallos que hemos cometido, intentando perseguir esa utopía arbitral que es el error cero.

Teniendo en cuenta que en las entrevistas que suelen (o solían) haceros a principios de temporada en las que os preguntaban, entre otras cosas, cual era el campo favorito de Primera División; la opción mayoritaria era San Mamés, y teniendo en cuenta el sabor a fútbol de ese campo por historia, afición, etc... ¿no te da cierta pena/envidia/llámalo como quieras saber que el mítico estadio desaparecerá sin que hayas podido pitar ahí un partido oficial? Y no quiero que entres a valorar el hecho de que tú seas de Bilbao, sino el hecho de que por una cuestión geográfica pierdes un campo de los que ya apenas quedan.

Ciertamente es una pena pero creo que es lo correcto; San Mamés es un campo que todo jugador y árbitro quiere conocer, como Anfield, etc., pero corren malos tiempos para el romanticismo en el fútbol. Por ejemplo… un pequeño secreto: no me gusta nada la publicidad en la camiseta de los jugadores ni que los árbitros vistamos de colores. El árbitro tendría que vestir siempre de negro.

Llegados a este punto, tomó el relevó un Anónimo, distinto al anterior, pero con una pregunta realmente jugosa.

Puede contar qué pasó realmente en aquel túnel del Sanchez Pizjuán en la semifinal de Copa con el Madrid, y ese supuesto encuentro con Valdano del que se habló en la prensa? Gracias y que haya suerte esta temporada.

Sencillamente fue un partido muy trabado desde el principio, partido de vuelta típico de Copa. En la ida, el R.Madrid ganó 2-0 y en el descanso del partido de vuelta ganaba el Sevilla 1-0 y Zidane fue expulsado en la primera parte.

A pesar de que los habituales periodistas con su dudoso rigor informativo dijeron que el Señor Valdano entró en el vestuario arbitral a protestar por nuestra actuación en el primer tiempo, lo cierto es que éste se encontraba bastante alejado de nuestro vestuario. Valdano estaba en la puerta que une el pasillo principal con el del equipo visitante, y a mi paso me espetó si estaba seguro de lo que estaba haciendo. Le contesté que “yo, sí…tú, no se” e inmediatamente miembros del staff del Sevilla le apartaron de allí y cerraron la puerta que comunica los dos pasillos.

Esto, y nada más, fue lo que sucedió y se registró en el acta. El resto, es otro de los juegos perversos de los “medios de contaminación”.

Dandy también quiso intervenir en la entrevista y se sacó de la manga tres preguntas.

¿Alguna cualidad que admires especialmente de alguno de tus compañeros?

Pienso que los árbitros jóvenes están mejor preparados que los que nos estamos yendo. Físicamente son portentos, dominan más la técnica… Sólo les puede flaquear, y es lo natural, la firmeza psicológica para sobrellevar la creciente presión que deben soportar. Es bueno todo el trabajo que se pueda hacer en ese plano, que puede perjudicar a las otras superioridades.

¿Qué opinas de los ex-arbitros que comentan para los medios de comunicación las jugadas polémicas? ¿Meterías a todos en el mismo saco?

Por supuesto que no metería a todos en el mismo saco, algunos me caen hasta simpáticos. Fíjate que ahora sacan las rojas que antes no se atrevían a sacar, pitan los penaltys que antes no pitaban y ven las cosas que antes no veían, además de lo puestos que están en las nuevas reglas y sus interpretaciones. Así las cosas, la RFEF, la LFP, y la CTA podrían acabar rápidamente con todas las polémicas arbitrales. Pueden reunir a todos los ex, que ahora ven y se atreven con todo, ponerles en forma y ¡venga! ¡A arbitrar!

¿Qué piensa Iturralde cuando ve las cifras que manejan ciertos equipos actualmente a la hora de hacer fichajes?

En mi opinión, la gravedad reside en que algunos se estén gastando más de lo que tienen.

Gaby empieza sus preguntas tranquilo, poco a poco, para que el interrogado se confíe. No tardará en dar su golpe de mano.

Para ir calentando: ¿qué silbato y reloj utilizas? El año que viene supongo que seguirás relacionado con el mundo arbitral, ¿en qué? ¿Cambiarías la edad de retiro de un árbitro de 1.ª División?

Uso un silbato FOX 40 y un reloj de 15 euros muy simple de los que se pueden encontrar en un mercadillo, regalado por mis jueces de línea.

Me gustaría poder seguir relacionado con el mundo arbitral en tanto que es mi pasión y vocación desde que tengo recuerdo. He dedicado toda mi vida al arbitraje, y si bien asumo que mi etapa en activo está a punto de concluir, sería fantástico poder seguir vinculado de una u otra manera a él.

En cuanto a la edad en que nos retiran, hace 10 años te hubiera contestado que sí la cambiaría… pero llegados a este punto, me parece buena edad de retirada. Está demostrado que la capacidad de reacción en los últimos minutos disminuye con la edad y considero que es más honesto retirarse estando al 100% que correr el riesgo de que nuestra capacidad física perjudique al juego.

Y, ahora, de las de mojarse. A ver qué te parecen. ¿Qué opinas de lo de Rubinos? Un tema polémico: las listas. Todos sabemos que son... pues eso, todos lo sabemos, y ellos saben que lo sabemos. ¿Te gustaría que fueran de otra forma? ¿Se puede hacer algo?

En referencia a Rubinos, creo que las opiniones son muy ligeras. Un comité toma una decisión, y a la hora de opinar es posible que a los demás se nos escapen detalles que hayan influido en esa decisión. En lo personal, me considero amigo de Rubi y me gusta su línea de arbitraje.

Para terminar de mojarme con las listas, es un sistema con el que la subida se considera mérito de uno y la bajada, una putada que no me merezco. Somos muy infantiles. Sería bueno que acompañáramos las críticas con ideas de mejora… pero eso ya no es tan sencillo.

Nuestro siguiente preguntador es Acevedo. Él intentará preguntar. Veremos si Eduardo le contesta.

¿Por qué no has llegado a ningún mundial absoluto? En el mundial sub-20 de Emiratos no pitaste la final porque la Roja llegó a la final y, sin embargo, luego la progresión se ha estancado. ¿No eres amigo de Victoriano? ¿O, mejor aún, de Villar?

Creo que si no he llegado a ningún mundial absoluto es simplemente porque los que eligieron decidieron que había mejores árbitros que yo, y añado que esos mejores hicieron un grandísimo mundial.

En cuanto a los “amiguismos”, me han tildado (entre otras muchas cosas) de brazo armado de Villar o de conseguir votos para su candidatura: el hecho de que no haya pitado ningún mundial absoluto ni haya llegado al grupo élite en Europa evidencian o bien que la prensa se equivoca respecto al favor que Villar me tiene, o bien que ningún trato de favor ha marcado mi trayectoria profesional, o ambas.


De cualquier forma, los árbitros podemos estar muy contentos con los Presidentes que nos rigen.

¿Cómo te preparas? ¿Preparas cada partido de forma diferenciada? ¿Cómo entrenas? ¿entrenas con otros arbitros? ¿Sigues entrenando con aquel tío de pelo largo que apareció un dia de pruebas en San Cugat -la primera vez que un arbitro tenía preprador fisico personal- y luego ví en un video explicativo de las pruebas FIFA?

Sí, aún entreno con Urtzi, mi preparador que mencionas. También entreno con mis asistentes y con otros árbitros de mi territorial, preparando los partidos siempre de la misma manera… la óptima.

¿Antes de los partidos, tienes alguna rutina, alguna supersticiòn, algun rito?

La verdad es que sigo ciertos rituales: me cambio en el mismo sitio en cada vestuario, voy a los mismos restaurantes, salgo el último del vestuario o al salir del campo siempre miro primero la portería izquierda.

Por ahora Eduardo ha ido contestando a todo lo que le habéis preguntado. Llega un momento peliagudo: las críticas. Y Eduardo contesta, como siempre, a su manera. Vamos, que recoge el guante que le ha tirado Anónimo.

Siempre le he oído decir que la figura del Delegado de partido no vale para nada, creo que como en muchas otras cosas no le falta razón aunque sí formas en expresarlas, aunque eso es por falta de humildad y cuando acabe su etapa de árbitro en activo se dará cuenta al no hablar nadie de él y no importarle a nadie excepto a su familia. Su celular dejará de sonar, pero en fin no me enrollo, la pregunta es Serías delegado de partido a pesar de que no vale para nada. Gracias y le deseo un pronto acoplamiento a su vida sin arbitrar.

Golpe bajo, y me explico: si SIEMPRE me has escuchado ese comentario habrá sido en una charla distendida en un ambiente privado porque NUNCA lo he manifestado en público. Además, es una frase sacada de su contexto. Supongo que persigues polemizar, aunque hasta para ello se requiere de cierto arte. Meter mierda está lejos de la oratoria de los polemistas, y en eso consiste tu pregunta con toda la retahíla habitual sobre las humildades y los teléfonos que dejan de sonar.

Las cuestiones sobre las que creo que debe reflexionar el colectivo arbitral, y debido a mi sentido de la responsabilidad profesional, las he manifestado en el ambiente privado que corresponde y dentro de un discurso extenso y contextualizado. Como tienes tanto interés, contesto a tu pregunta: si se me propondría ejercer como delegado de partido, mi reflexión sería también privada y la resolución sería pública, de modo que ya te enterarías.

Puestos a hacer enjuiciamientos morales de superficie, me pregunto si es mas reprobable la falta de humildad que la falsa modestia, o las formas de expresión que las malas intenciones.

Te agradezco tus deseos. Mi celular seguirá sonando para que pueda escuchar a tantos amigos que me quedan (jamás contesto a quien no conozco; mi fama de ermitaño me precede) y aunque eche de menos los domingos en el campo tengo suficientes estimulantes y apegos en mi vida como para no hacer un drama del cierre de una etapa.

Tras comentar la pregunta anterior, otro Anónimo lanzó su pregunta en el blog.

¿Se arrepiente de decir cosas que luego visto lo visto han ido en su contra?

El arrepentimiento es una noción moral que lleva implícita la culpa, estoy lejos de eso. Pero indudablemente, existen peajes. Muchas veces recuerdo unas palabras de Chomsky: “Vemos que el conformismo es el camino fácil, y la vía al privilegio y el prestigio; la disidencia trae costos personales.”.

Casi al final llega el turno de Liz Té, que fue la primera en lanzar sus preguntas en el blog. Sin embargo, Eduardo las ha dejado para el final, él sabrá por qué. Nos lo explica en una de ellas. Liz Té empieza con uno de los temas más importantes en el arbitraje: el error. Después cambiará de tercio.

Me pregunto cómo gestiona el Señor Iturralde la certeza de su error. El error es siempre un hecho y su presencia se tiene en cuenta (y se intenta medir, en el mejor de los casos) en las más exactas ciencias. El error en nuestra vida cotidiana puede ser terrible o insignificante, pero por lo general tiene una dimensión limitada en sus consecuentes. En el caso de su desempeño profesional (donde tanto "se juega" y tanto "se juzga"), ¿cómo gestiona sus fallos para minimizar su repercusión en el resto de las decisiones?

Creo que tu pregunta encierra la esencia del buen arbitro: aún sabiendo que has errado tienes que mantenerlo al margen durante el partido para que no te condicione (compensar, etc.). Trato de mantenerme entero y frío, es lo necesario.

¿Teme al error a priori?

No es temor, pero sí recelo o cautela, que a mí se me manifiesta con un hormigueo en el estómago. Intento visualizar jugadas problemáticas antes de los partidos para saber como enfrentarme a errores potenciales.

¿Lo sufre a posteriori?

Sí. Cuando cometo un error, aún sabiendo que por naturaleza tengo que equivocarme, me quita el sueño y me pregunto por qué no he visto algo o lo he visto al revés. Eso entraña sufrimiento. Por eso me indigna escuchar comentarios sobre “el árbitro que se va tan tranquilo a su casa” después de haber analizado mal una jugada en el área. Es frustrante; el primer interesado en no equivocarse es el árbitro.

¿Se flagela en el vestuario?

No he llegado aún a eso, procuro tomar mis fallos con madurez. Pero ante los fallos, puedo decirte que se crea un silencio en el vestuario que es peor que el sonido de un látigo.

¿Reza tres padrenuestros?

Soy agnóstico.

Me pregunto cómo puede lograr mantener el equilibrio entre su carácter carismático (por admiración o detracción) y la ¡¡TAN!! aséptica institución de la que es miembro.

Creo que se trata de defender con vehemencia las propias ideas y actuaciones no olvidando nunca mantener y fomentar el respeto por los demás y por las normas que uno asume al entrar en cualquier colectivo.

¿Es Usted un poco rebelde?

Inconformista, más bien.

¿Es Usted un poco ególatra?

No me lo considero, aunque me consta que proyecto esa imagen.

¿Un custom en una cadena de montaje?

Gracias por el piropo, ja ja.

¿Le ha costado algún disgusto ir "a pelo" o los placeres de la autenticidad compensan la metida?

Como he contestado las preguntas en orden inverso al que fueron formuladas (otro rito) ya he respondido previamente citando a Chomsky. Y añado que en mi caso, sí, compensa.

Por último, Javier Bravo lanza un par de preguntas de las amables, con las que el entrevistado se va con un buen sabor de boca.

¿Te gustaría que un hijo tuyo fuese árbitro?

Sí mi hija quisiera... Además, el arbitraje es una buena escuela de enriquecimiento personal.

¿Qué le dirías a un árbitro joven al que le vienen mal dadas?

Que las malas ocasiones son oportunidades de crecimiento para cualquier persona. El del arbitraje es un mundo duro, pero merece la pena intentarlo.

Hasta aquí hemos llegado. Dentro de unos meses Eduardo Iturralde González dirá adiós a los campos españoles e internacionales. Mientras tanto, unas últimas reflexiones de nuestro entrevistado. Gracias a todos por las preguntas y gracias a Eduardo por las respuestas.

Para acabar, me gustaría decir que disfrutaré mucho de mi último año en activo.

Me marcharé habiendo vivido intensamente en un mundo que me apasiona, y con la certeza de haber actuado lo mejor que he podido a pesar de todas las ocasiones en que mis reacciones, o mis palabras, no hayan sido las más acertadas. Mis intenciones siempre han sido las de favorecer la mejora del colectivo arbitral, que me ha formado como deportista, profesional y persona.

Quiero desear suerte a los afortunados que puedan llegar a primera división, pero no quiero dejar de recordar que los árbitros más importantes no salen en los papeles. Por vocación y compromiso, sacan adelante los partidos en los campos de regional, con una generosidad que, ahí sí, no es nada fácil. Dedico a todos ellos mi último año, porque no olvido de donde vengo pese a haber tenido la mejor de las suertes.

Gracias por no bajar los brazos.