Estaba hace una semana echando un vistazo al Foro Arbitrucho y me llevé un buen susto. Uno de los foreros posteó una noticia del pasado día 22 de diciembre, aparecida en farodevigo.es, la web del diario vigués El Faro de Vigo.
Para los que no os apetezca pasaros por la web gallega, os hago un resumen: resulta que la mayoría de los colegiados de primera y de segunda división han denunciado a las tenedoras de los derechos televisivos del fútbol para conseguir más dinero. Según la noticia, la RFEF prometió a los árbitros un aumento del 25% en sus ganancias, pero la LFP solo les ofrece un 12%. Además, dando muestra de la buena fe de los colegiados, han presentado la denuncia ahora, en plenas vacaciones, para que Victoriano Sánchez Arminio tenga tiempo de reunirse con quien deba hacerlo y llegar a un acuerdo. Si el acuerdo no llega, la próxima jornada de liga, primera de 2010, no se celebraría. O no con los colegiados de primera y de segunda. Lo que suele llamarse una huelga, vamos.
Según estoy resumiendo la noticia, me entran ganas de cambiar el título de esta entrada. Ahora que lo pienso, debería llamarse "Ética profesional" o "Deontología periodística" o "¿Dónde coño hay un periodista cuando se le necesita?" o "¿Es que los redactores-jefes ya no se leen las noticias que escriben los becarios?". O, quizá, "¿Por qué en el fútbol todo el mundo la puede cagar menos los árbitros?".
Por supuesto, a estas alturas ya todos podéis suponer que la noticia es falsa del todo. ¿O no del todo? Tras unos días intentando enterarme de la historia, creo que puedo hacer un buen resumen de por dónde soplan los vientos, o de por dónde suenan las campanas, a ver si el ruido les llega allí arriba. A Galicia, quiero decir.
Derechos de imagen. Esta es la clave de todo este asunto, y algo que lleva coleando desde hace casi quince años.
Estamos en 1996 y hasta ese momento el arbitraje era algo vocacional. Hasta aquel momento (o un par de años antes), los árbitros habían vestido siempre de negro. Hasta aquel momento, todavía existían los jueces de línea. Hasta aquel momento, los árbitros rebañaban las miguitas económicas que les dejaban los demás. Aquel año, por cierto, el Director Técnico del CTA, Manuel Díaz Vega, arbitró la final de la Champions League. Esto solo lo digo por ir creando culturilla, ya sabéis.
Pues eso, que en 1996 los árbitros presentan una denuncia en (y no frente, gallegos) los juzgados, reclamando sus derechos de imagen. Sus motivos eran claros: si los jugadores cobran derechos de imagen, ¿por qué no nosotros? Hombre, dicho así tal vez suene a pataleta infantil, pero hay mucho detrás, que luego explicaré. El caso es que la denuncia llegó a juicio y allí uno de los árbitros declaró que a él no le suponía menoscabo a su imagen aparecer gratuitamente en televisión. Ah, dijo la jueza, pues si a usted no le importa, no le tiene porqué importar a ninguno de sus compañeros. Hala, todos a casa. Desestimada.
No todo calló en saco roto. Hasta 1996 los árbitros cobraban unos 270 euros por partido en primera división. Tras la denuncia, y la amenaza de huelga que hubo por entonces, se firmó un nuevo convenio arbitral. A partir de entonces los árbitros pasaron a ganar unos 40000 euros por temporada. Ah, o sea que era una cuestión de dinero. No, no os aceleréis. A los árbitros se les empezó a pagar más dinero, pero como salario.
Parece que los árbitros se pasan la vida pidiendo dinero y amenazando con huelgas, pero voy a añadir un dato más: desde 1996 hasta 2006, el sueldo de los árbitros se dobló, de 40 mil a 80 mil euros. No está mal, ¿verdad? Sin embargo, los derechos televisivos, en esos mismos diez años, pasaron de 100 millones a 600 millones de euros. ¿A qué ahora ya no parece tanto que los árbitros doblaran su sueldo? Siendo justos, tendrían que habérselo multiplicado por 6, y no por 2.
¿Por qué he puesto el dato de 2006? Pues porque después de 10 años, en 2006 se firmó el nuevo convenio arbitral. Por fin los árbitros entraban en la era profesional. En ese convenio, por primera vez, se medió habló de derechos de imagen, pero todo quedó en nada.
Derechos de imagen, derechos de imagen... Pero qué pesado soy. ¿Por qué son tan importantes los derechos de imagen? A ver cómo lo explico. Filosóficamente, podría decir que todo ser humano, por serlo, tiene derecho a ser dueño de su imagen. A mí no me pueden sacar en una tele si no doy mi permiso. Bueno, poder, pueden, pero yo también puedo denunciarles por vulnerar mis derechos de imagen.
¿Por qué más razones son importantes los derechos de imagen? Pues, por ejemplo, porque si yo gano lo que un árbitro, tengo que tributar un 43% por lo que gano. Sin embargo, por todo lo que gane con mis derechos de imagen,solo tengo que tributar un 20%. No está mal, ¿verdad? Jo, qué ratas son los árbitros. Pues casi lo mismo que todos esos jugadores a los que sus clubs les pagan más por derechos de imagen que por salario, aprovechando la ley para hacer la trampa.
La verdad es que con esta entrada la imagen de los árbitros está quedando muy malparada. Y aquí, precisamente en esta última frase, está el punto más importante de la reivindicación arbitral. Hasta donde llega mi entendimiento (e información), no es una cuestión de que quieran ganar muchos millones. Es una cuestión de imagen. Y de salir malparados.
Los árbitros entienden que la gente no ve un partido por la tele porque arbitre pepito o juanito. Lo ven por los jugadores. Y por eso es lógico que si la tele se lucra con la imagen de pepinho, pague unos derechos de imagen a pepinho. ¿Entonces? Entonces los árbitros están llegando a un punto en que están hartos de que salga la cara de Turienzo a toda página con el titular "Este es el que os ha robado". O que salga en la web del Madrid González Vázquez con el titular "Los siete pecados de Bernardino". O que continuamente en Cuatro estén poniendo a parir a todos los árbitros en general y a uno en particular. Y seamos serios, ya que me estás llamando hijo de puta, por lo menos págame esa hijoputez. Ni más ni menos. Ya que me estás desacreditando deportivamente, profesionalmente, familiarmente y socialmente, paga.
Más o menos este fue el debate que se entabló entre los árbitros de primera y de segunda hace un par de años. Y como consecuencia decidieron negociar con la LFP sus derechos de imagen. Y la LFP, con la sentencia de doce años antes, les dijo que, hala machotes, que ya os estoy subiendo el sueldo cada año. Y que no es cuestión de sueldo, joder, debieron contestarles los árbitros.
El caso es que en 2008 decidieron reclamar ante un juez que la imagen de un árbitro se considere patrimonio de ese árbitro. Suena bastante justo, pero eso tiene que decidirlo un juez, que para eso ha estudiado. Y la denuncia se puso contra todo el mundo (LFP, RFEF, televisiones...), porque los abogados son muy listos y a lo mejor a alguno se le ocurre decir que como no han denunciado a no-sé-quién, esa entidad no puede defenderse. Indefensión lo llaman los juristas.
Y si la noticia de farodevigo.es estuviera escrita hace dos años, sería cierta en una gran parte. Pero está escrita hoy. ¿Y por qué sacan esto ahora? Pues porque han oído campanas y no saben dónde. Y porque la justicia es un pelín lenta, y la denuncia se puso hace 2 años. Y hace unos meses que se admitió a trámite. Y en octubre de 2009 hubo una vista preliminar a la que no acudió Sogecable, porque nadie en el juzgado sabía dónde vivía ese tal Sogecable y no había certeza jurídica de que el señor Sogecable conociera de la existencia de esa vista preliminar y volvemos a la indefensión de marras.
Y ahí estamos. Intentando encontrar a Sogecable, y los árbitros pidiendo un derecho que ellos creen tener. Y, ojo, que si la sentencia es favorable, lo único que se ha conseguido es que un juez diga que la imagen de un árbitro es patrimonio de ese árbitro. Y como todo patrimonio, yo puedo comercializarlo. Y ahí todavía no hemos llegado.
Si los árbitros ganaran la demanda, no saben qué hacer con su imagen. Si que todo siga igual, o si negociar cobrar unos derechos de imagen. Además, si ganan la demanda y si negocian el cobro de derechos y si acaban recibiendo dinero por esos derechos de imagen, tampoco tienen muy claro si se quedaran con el dinero o estos derechos de imagen revertirán en el fútbol base (sobre todo en la segunda división B, que ese tema puedo tratarlo otro día).
Que los árbitros son tan tontos, que a lo mejor después de tantos años de luchar por sus derechos al final van y ceden lo que ganen con su imagen y resulta que no todo era por dinero.
Para los que no os apetezca pasaros por la web gallega, os hago un resumen: resulta que la mayoría de los colegiados de primera y de segunda división han denunciado a las tenedoras de los derechos televisivos del fútbol para conseguir más dinero. Según la noticia, la RFEF prometió a los árbitros un aumento del 25% en sus ganancias, pero la LFP solo les ofrece un 12%. Además, dando muestra de la buena fe de los colegiados, han presentado la denuncia ahora, en plenas vacaciones, para que Victoriano Sánchez Arminio tenga tiempo de reunirse con quien deba hacerlo y llegar a un acuerdo. Si el acuerdo no llega, la próxima jornada de liga, primera de 2010, no se celebraría. O no con los colegiados de primera y de segunda. Lo que suele llamarse una huelga, vamos.
Según estoy resumiendo la noticia, me entran ganas de cambiar el título de esta entrada. Ahora que lo pienso, debería llamarse "Ética profesional" o "Deontología periodística" o "¿Dónde coño hay un periodista cuando se le necesita?" o "¿Es que los redactores-jefes ya no se leen las noticias que escriben los becarios?". O, quizá, "¿Por qué en el fútbol todo el mundo la puede cagar menos los árbitros?".
Por supuesto, a estas alturas ya todos podéis suponer que la noticia es falsa del todo. ¿O no del todo? Tras unos días intentando enterarme de la historia, creo que puedo hacer un buen resumen de por dónde soplan los vientos, o de por dónde suenan las campanas, a ver si el ruido les llega allí arriba. A Galicia, quiero decir.
Derechos de imagen. Esta es la clave de todo este asunto, y algo que lleva coleando desde hace casi quince años.
Estamos en 1996 y hasta ese momento el arbitraje era algo vocacional. Hasta aquel momento (o un par de años antes), los árbitros habían vestido siempre de negro. Hasta aquel momento, todavía existían los jueces de línea. Hasta aquel momento, los árbitros rebañaban las miguitas económicas que les dejaban los demás. Aquel año, por cierto, el Director Técnico del CTA, Manuel Díaz Vega, arbitró la final de la Champions League. Esto solo lo digo por ir creando culturilla, ya sabéis.
Pues eso, que en 1996 los árbitros presentan una denuncia en (y no frente, gallegos) los juzgados, reclamando sus derechos de imagen. Sus motivos eran claros: si los jugadores cobran derechos de imagen, ¿por qué no nosotros? Hombre, dicho así tal vez suene a pataleta infantil, pero hay mucho detrás, que luego explicaré. El caso es que la denuncia llegó a juicio y allí uno de los árbitros declaró que a él no le suponía menoscabo a su imagen aparecer gratuitamente en televisión. Ah, dijo la jueza, pues si a usted no le importa, no le tiene porqué importar a ninguno de sus compañeros. Hala, todos a casa. Desestimada.
No todo calló en saco roto. Hasta 1996 los árbitros cobraban unos 270 euros por partido en primera división. Tras la denuncia, y la amenaza de huelga que hubo por entonces, se firmó un nuevo convenio arbitral. A partir de entonces los árbitros pasaron a ganar unos 40000 euros por temporada. Ah, o sea que era una cuestión de dinero. No, no os aceleréis. A los árbitros se les empezó a pagar más dinero, pero como salario.
Parece que los árbitros se pasan la vida pidiendo dinero y amenazando con huelgas, pero voy a añadir un dato más: desde 1996 hasta 2006, el sueldo de los árbitros se dobló, de 40 mil a 80 mil euros. No está mal, ¿verdad? Sin embargo, los derechos televisivos, en esos mismos diez años, pasaron de 100 millones a 600 millones de euros. ¿A qué ahora ya no parece tanto que los árbitros doblaran su sueldo? Siendo justos, tendrían que habérselo multiplicado por 6, y no por 2.
¿Por qué he puesto el dato de 2006? Pues porque después de 10 años, en 2006 se firmó el nuevo convenio arbitral. Por fin los árbitros entraban en la era profesional. En ese convenio, por primera vez, se medió habló de derechos de imagen, pero todo quedó en nada.
Derechos de imagen, derechos de imagen... Pero qué pesado soy. ¿Por qué son tan importantes los derechos de imagen? A ver cómo lo explico. Filosóficamente, podría decir que todo ser humano, por serlo, tiene derecho a ser dueño de su imagen. A mí no me pueden sacar en una tele si no doy mi permiso. Bueno, poder, pueden, pero yo también puedo denunciarles por vulnerar mis derechos de imagen.
¿Por qué más razones son importantes los derechos de imagen? Pues, por ejemplo, porque si yo gano lo que un árbitro, tengo que tributar un 43% por lo que gano. Sin embargo, por todo lo que gane con mis derechos de imagen,solo tengo que tributar un 20%. No está mal, ¿verdad? Jo, qué ratas son los árbitros. Pues casi lo mismo que todos esos jugadores a los que sus clubs les pagan más por derechos de imagen que por salario, aprovechando la ley para hacer la trampa.
La verdad es que con esta entrada la imagen de los árbitros está quedando muy malparada. Y aquí, precisamente en esta última frase, está el punto más importante de la reivindicación arbitral. Hasta donde llega mi entendimiento (e información), no es una cuestión de que quieran ganar muchos millones. Es una cuestión de imagen. Y de salir malparados.
Los árbitros entienden que la gente no ve un partido por la tele porque arbitre pepito o juanito. Lo ven por los jugadores. Y por eso es lógico que si la tele se lucra con la imagen de pepinho, pague unos derechos de imagen a pepinho. ¿Entonces? Entonces los árbitros están llegando a un punto en que están hartos de que salga la cara de Turienzo a toda página con el titular "Este es el que os ha robado". O que salga en la web del Madrid González Vázquez con el titular "Los siete pecados de Bernardino". O que continuamente en Cuatro estén poniendo a parir a todos los árbitros en general y a uno en particular. Y seamos serios, ya que me estás llamando hijo de puta, por lo menos págame esa hijoputez. Ni más ni menos. Ya que me estás desacreditando deportivamente, profesionalmente, familiarmente y socialmente, paga.
Más o menos este fue el debate que se entabló entre los árbitros de primera y de segunda hace un par de años. Y como consecuencia decidieron negociar con la LFP sus derechos de imagen. Y la LFP, con la sentencia de doce años antes, les dijo que, hala machotes, que ya os estoy subiendo el sueldo cada año. Y que no es cuestión de sueldo, joder, debieron contestarles los árbitros.
El caso es que en 2008 decidieron reclamar ante un juez que la imagen de un árbitro se considere patrimonio de ese árbitro. Suena bastante justo, pero eso tiene que decidirlo un juez, que para eso ha estudiado. Y la denuncia se puso contra todo el mundo (LFP, RFEF, televisiones...), porque los abogados son muy listos y a lo mejor a alguno se le ocurre decir que como no han denunciado a no-sé-quién, esa entidad no puede defenderse. Indefensión lo llaman los juristas.
Y si la noticia de farodevigo.es estuviera escrita hace dos años, sería cierta en una gran parte. Pero está escrita hoy. ¿Y por qué sacan esto ahora? Pues porque han oído campanas y no saben dónde. Y porque la justicia es un pelín lenta, y la denuncia se puso hace 2 años. Y hace unos meses que se admitió a trámite. Y en octubre de 2009 hubo una vista preliminar a la que no acudió Sogecable, porque nadie en el juzgado sabía dónde vivía ese tal Sogecable y no había certeza jurídica de que el señor Sogecable conociera de la existencia de esa vista preliminar y volvemos a la indefensión de marras.
Y ahí estamos. Intentando encontrar a Sogecable, y los árbitros pidiendo un derecho que ellos creen tener. Y, ojo, que si la sentencia es favorable, lo único que se ha conseguido es que un juez diga que la imagen de un árbitro es patrimonio de ese árbitro. Y como todo patrimonio, yo puedo comercializarlo. Y ahí todavía no hemos llegado.
Si los árbitros ganaran la demanda, no saben qué hacer con su imagen. Si que todo siga igual, o si negociar cobrar unos derechos de imagen. Además, si ganan la demanda y si negocian el cobro de derechos y si acaban recibiendo dinero por esos derechos de imagen, tampoco tienen muy claro si se quedaran con el dinero o estos derechos de imagen revertirán en el fútbol base (sobre todo en la segunda división B, que ese tema puedo tratarlo otro día).
Que los árbitros son tan tontos, que a lo mejor después de tantos años de luchar por sus derechos al final van y ceden lo que ganen con su imagen y resulta que no todo era por dinero.
2 comentarios:
Gran articulo, muy entretenido e ilustrativo, una pequeña rectificacion, similar a la de los gallegos "frente" a los juzgados, revise la conjugación del verbo caer, en especial el pretérito. Feliz año a todos.
Eh, eso (el 'calló') no lo he podido escribir yo. Han debido de ser unos hackers malos.
Iba a cambiarlo, pero no. Que me sirva como cura de humildad.
Y, ojo, cuando hago alusiones a 'gallegos' o 'Galicia', que conste que me refiero a farodevigo.es, no a todos los gallegos del mundo mundial.
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